martes, 28 de diciembre de 2010

Cuentos Compartidos 6ºB

EL CORDERO PERDIDO

Un día antes de Navidad, ocurrió esta curiosa y bonita historia  sobre  tres hermanos trillizos. Todo comenzó en un sencillo pesebre. Estaban cuidando a sus animales cuando de pronto se encontraron a dos pastores que parecían que buscaban algo, ¿pero qué?.

Los tres hermanos fueron a ver que les ocurría a estos pastores, y les preguntaron que buscaban, los pastores tímidamente  contestaron:
Ayer cuando dormíamos se nos escapó uno de nuestros corderos, y no sabemos a dónde ha podido ir a parar.

Uno de los tres hermanos preguntó que cómo era y el pastor le dijo:
- Es blanco, pequeño y gordito.
El más feo dijo que por la noche había visto algo correr, era un animal pero no sabía cuál era.

Entonces los trillizos les ofrecieron su ayuda; al día siguiente acabaron los cinco perdidos en el desierto. Y de repente vieron brillar una luz en el cielo.

(A partir de aquí, elige la continuación del cuento que más te guste)

Al día siguiente, 25 de diciembre, dieron un paseo por Belén y preguntaron en todos los hostales si les podían dar un poco de comida y agua. Por fin en el último hostal de Belén, les dieron pan con aceite y agua.
Recorrieron todos los campos para encontrar a su cordero y llegaron a un portal. Se encontraron al cordero que estaba mirando fijamente a una señora con un señor y un bebé recién nacido. Sobre el tejado del portal había un ángel que sujetaba una pancarta que ponía : “El Mesías a nacido , el Mesías es Jesús”

Los trillizos preguntaron a los pastores que era eso. Los pastores les dijeron que era una estrella fugaz que les había dado una señal. Entonces la siguieron. Llegaron hasta un pueblo pequeño que se llamaba Belén. Se empezó hacerse de noche y aquella estrella fugaz la volvieron a ver.
Fin 1

Esa luz rara era una estrella fugaz que seguían los Magos de Oriente pero los tres trillizos y los pastores estaban saliendo del bosque, al salir del bosque se encontaron con los magos de oriente, les preguntaron que a donde se dirigían y respondieron que iban a ver al niño Jesús.

Cuando llegaron a Belén los magos de oriente y los trillizos se dieron cuenta de que el cordero estaba adorando al niño Jesús; los pastores y los trillizos estaban juntos y felices, los magos de oriente le regalaron oro, incienso y mirra y así se descubrió el verdadero espíritu de la Navidad.
Fin 2

La siguieron, era como si les ayudara a encontrar el cordero perdido. Al cabo de un rato, la luz desapareció. Pensaron que era en ese sitio donde estaba el cordero perdido, así que empezaron a buscar.

Cuando encontraron la luz estaba encima de un portal, fueron a ver el portal y dentro había tres personas: una mujer, María; un hombre, José; y un bebé, Jesús; se fijaron en que el cordero perdido estaba detrás de él. Así que le regalaron el cordero.
Fin 3

De la luz salió una voz que dijo:
-Esta noche nacerá el Mesías, para encontrarlo deberéis seguir una estrella.-Y la luz dejó de hablar.
Entonces, aunque fuera de día, una estrella brillaba en el cielo; y se dedicaron a seguirla.

Los trillizos estaban llegando a dónde la luz les indicaba, al llegar vieron un portal que brillaba. Al lado estaba la oveja, la cuna del Mesías y sus padres, de repente empezó a nevar, símbolo de que llegaba la Navidad.
Fin 4

Esa luz era una estrella, los pastores se acordaron de una cosa que oyeron, era que la estrella que les guiaría a Belén a ver al niño. Decidieron seguir la estrella, cuando llegaron a unas palmeras, vieron algo blanco detrás de una, se acercaron y vieron al cordero que buscaban, y siguieron siguiendo  la estrella camino de Belén.

Llegaron a Belén, y allí, se encontraron a María a José, y junto a ellos se encontraron al recién nacido Jesús. Le entregaron el cordero y todos juntos (Jesús, José, María, los trillizos, los pastores y el corderito) pasaron el día de navidad muy felices.
Fin 5


 
 
 

jueves, 23 de diciembre de 2010

Cuentos Compartidos 5º

En las clases de Lengua de 5º hemos estado trabajando la escritura a través de la creación de un Cuento de Navidad. Es un Cuento de Navidad muy especial, porque en él han participado toda la clase. Además, hay algo más que lo hace especial, pero para ello deberás leerlos...

CUENTO DE NAVIDAD DE 5ºA

Hace mucho tiempo en Navidad, en un pueblo muy pequeño, un grupo de ratones buscaban un lugar donde poder vivir. Anduvieron y anduvieron y por fin encontraron donde cobijarse: la panadería; y pensaron que podrían vivir allí una temporada.

(Llegados a este punto tú eliges por donde continuar el cuento, 
o por el color naranja o por el color azul)

Los tres ratones se hicieron una ratonera para poder vivir esa temporada. Después de hacerse la ratonera, fueron a por un poco de pan; cogieron unas migas y más para poder vivir; después vieron algo, no sabían lo que era y no se acercaron mucho por si acaso.
Los ratones encontraron una luz resplandeciente, y se preguntaron qué era. Y era una estrella fugaz atrapada en una puerta vieja y rota que transportaba a la panadería antigua, donde guardaban la harina.
Cuando vieron la estrella atrapada intentaron sacarla, pero, como no encontraron nada, fueron al almacén a coger una escalera. Fueron a cogerla y se les cayeron 5 ó 6 sacos de harina por encima. Una vez cogida la escalera fuero a rescatar a la estrella, pero con la harina se resbalaban y no conseguían subir.
La estrella al ver que la iban a ayudar empezó a sonreír. Los ratones y la estrella hablaron, después los ratones empezaron a tirar de ella, pero el problema era que la estrella estaba un poco gorda. No sabían qué hacer, pues la estrella seguía atrapada. Así que se pusieron a pensar y pensar a ver si conseguían la manera de sacarla.
Al final los ratones le preguntaron a la estrella quién era, ella contestó: yo soy la estrella enviada por Dios. Entonces los ratones estiraron con todas sus fuerzas de ella, pero nada, no la podían sacar, estaba muy atascada. Decidieron roer la puerta.
La estrella dijo: tengo prisa, el nacimiento de Jesús es por la noche, y no voy a llegar.
Cuando oyeron que la estrella iba a llegar tarde al nacimiento de Jesús, los ratones preguntaron quién es Jesús. La estrella les respondió: Jesús es el mesías, el hijo de Dios. Entonces, lo comprendieron y empezaron a roer fuerte y fuerte la puerta, hasta que hicieron un pequeño agujero, hasta que la sacaron de la puerta. Cuando ya estaba sana y salva, las estrella les sonrió diciendo: gracias por haberme sacado, os llevaré al nacimiento de Jesús conmigo.
 (Y como hemos dicho, es un cuento muy especial, al que tú debes ponerle final)

Entraron y vieron que todos los clientes que venían hablaban sobre la navidad. Ellos no sabían que era eso, por eso empezaron a coger pistas. Se les quedaron dos cosas que dijeron los clientes: que en navidad se monta un árbol en casa, se decora y se dejan regalos debajo de él.
Después de un rato, encima del mostrador de la panadería vieron una casita de madera con un niño, una mujer y un hombre, que debían de ser sus padres. Al cabo de otro rato, entraron unas señoras y le dijeron al panadero que qué bonito era el belén. Entonces dijeron: ya sabemos otra cosa más.
Por la ventana de un quiosco vieron que el señor de la tienda estaba montando un belén. El señor gritó: ya está el belén. Y los ratoncitos se dijeron: eso ya lo hemos oído, ¿qué será?, vamos a entrar. Y se encontraron un montón de figuritas. Se preguntaron susurrando: ¿ para qué serán estas figuritas si son como nosotros?
Cuando se metieron en el belén se lo pasaron muy bien, pero al cabo de un rato volvieron a pensar qué era eso de la navidad. No les faltaba mucho para saberlo, pero aun no sabían qué era. Mientras jugaban en el belén oyeron decir a la gente que pronto llegaba la navidad, que empezaba el día 25 de diciembre. Ya tenían otra pista muy buena. No les faltaba mucho para saber que era la navidad, pues creen que solo les faltan una o dos pistas para descubrirlo.
 (Y como hemos dicho, es un cuento muy especial, al que tú debes ponerle final)


CUENTO NAVIDAD 5ºB

Erase una vez 2 niños aventureros que vivían en un pueblo del bosque. Esos niños se llamaban Juan, el hermano mayor, y Jorge, el hermano pequeño, y como dice su sombre, se fueron de aventura por el bosque. Y allí vieron una luz.
Los niños pensaron que era un reflejo de la luna, pero como les gustaba vivir aventuras se acercaron a ver lo que era. Canto más se acercaban, había más luz.

(Llegados a este punto tú eliges por donde continuar el cuento, 
o por el color verde o por el color rojo) 

Esa luz era una estrella que guiaba a unos extraños mensajeros a camello. Llevaban unas ropas muy raras, pero se veía bondad en sus ojos. Los dos hermanos se simpatizaron con ello y quisieron montarse en sus camellos y seguir la estrella juntos.
En cuanto se montaron en los camellos se dieron cuenta de que los mensajeros tenían varios regalos. Les preguntaron que para quién eran, y les respondieron que para un niño que acababa de nacer en un portal de Belén. En cuento la estrella se paró encima del portal, se arrodillaron y le dieron los regalos.
Los niños se asombraron viendo a estos mensajeros entregar los regalos al niño. Los niños preguntaron a los mensajeros: por qué dais estos regalos a este niño. Los reyes respondieron: este niño no es un niño normal, sino un niño especial, porque es el hijo de Dios.
Y los niños se pusieron muy contentos porque María dejó que cogieran al niño en brazos. El niño Jesús se puso contento y puso una sonrisa en su carita. Pero… los reyes tenían un problema, se les habían escapado los camellos.
Los mensajeros al perder a los camellos decían: cómo vamos a volver. Y María, la madre del niño, y José, su padre, les dijeron: nosotros tenemos una mula y un buey, si queréis podéis volver con ellos.
 (Y como hemos dicho, es un cuento muy especial, al que tú debes ponerle final)

Era una estrella muy luminosa que se había caído desde el cielo y tenía una punta rota. Los niños le estuvieron ayudando a curarse.
Una vez hecho el trabajo de curar a la estrella, ésta se lo agradeció y pensó que como ellos le habían hecho un favor, ella también tenía que hacerles un favor a ellos. Y pensó: os voy a contar mi mayor secreto. Ella reunió a los dos niños y les dijo: yo estoy aquí para guiar a unos señores con túnicas y tres camellos al pesebre donde nacerá un nuevo rey.
Los niños y la estrella decidieron buscar a esos tres mensajeros porque sino esos regalos se los darían a otro niño. Pero buscaron y buscaron, y no los encontraron.
Los niños buscaron a los tres mensajeros hasta que vieron a tres señores en camello con unas ropas muy extrañas, y los niños les preguntaron: dónde vais. Y ellos les contestaron: a un pesebre, está aquí mismo. Y todos se dirigieron hacia el pesebre.
 (Y como hemos dicho, es un cuento muy especial, al que tú debes ponerle final)

Cuentos Compartidos 6ºA

LA ALEGRÍA DE LA NAVIDAD

Hace algunos años en una noche fría de Navidad en una clase que desde hace unos años se utilizaba como desván.
Ocurrió algo que ahora os voy a contar:
En una ciudad llamada Ninópolis había un profesor de un simple colegio, que manda a sus tres alumnos al desván que les cambiará sus vidas.
Esos niños se llamaban: Ana, Blanca y Sergi los mandó a buscar unos papeles que necesitaba urgentemente.
Cuando los niños subieron vieron un árbol viejo y con polvo y decidieron adornarlo con adornos que estaban en cajas, al mover una caja Blanca se cayó y descubrió un túnel y gritó:
- ¡Ayudadme a salir!, me he caído en un túnel, Ana y Sergi no le oyeron  y después de decorar el árbol, fueron a coger la última caja con los papeles del profesor y ellos cayeron en un túnel, de repente el árbol comenzó a brillar y los saco del túnel, elevándolos en el aire y los depositó en el suelo, ellos asustados le preguntaron:
- ¿tienes vida?
-Si, un hechicero llamado Majomora que no quiere que los niños disfruten de la navidad y vive al otro lado de ese túnel me convirtió en un viejo árbol de Navidad, hace años que estoy en este desván, me llamo Jorge, antes estudiaba en este desván. ¿Me podéis ayudar a ser un niño como antes?
Ellos respondieron sorprendidos:
-Claro pero necesitamos algunas cosas que nos sirvan de ayuda.
Jorge soltó las bolas que tenía colgadas ¡Eran mágicas! una tiraba bolas de nieve, la otra traía la paz interior, y la otra la felicidad, Jorge dijo entonces:
-Sin la felicidad de los niños no habrá Navidad, ellos cruzaron el túnel con el árbol llegaron a una colina donde había más árboles como Jorge y dijo:
Lo que os había dicho, no quiere que los niños disfruten de la Navidad entonces entraron en una vieja casa que estaba en lo alto de la colina.
-Allí estaba Majomora, entonces Sergi tiró la bolas de nieve a Majomora, Ana lanzó la bola de la paz interior y Majomora se volvió bueno y convirtió a los árboles otra vez en niños y Blanca lanzó la bola de la felicidad todo se volvió alegre y aparecieron en el desván con su nuevo amigo Jorge.

 Ana A., Blanca, Sergi y Jorge


ANA Y EL ARBOLITO MÁGICO

Hace algunos años, en una noche fría de navidad, en una clase de un colegio, unos niños dejaron un árbol de navidad antes de irse de vacaciones, pero los niños no se dieron cuenta de que aquel árbol era mágico.

El árbol concedía deseos pero solo a la gente que tenia un buen  corazón y espíritu navideño .Ana , Pilar , José y Pablo unos niños de aquella clase volvieron a su clase porque se habían olvidado algo , entonces antes de entrar en la clase oyeron una voz , entraron y allí estaba el árbol de navidad hablando.
Ana la más egoísta decidió dar un paso más para observarle de más cerca al árbol y se tropezó con la mesa y se cayó .Y el árbol les dijo:
-Soy un árbol mágico, funciono solo en Navidad y a cada uno le puedo conceder un deseo.

Los niños empezaron a pedir deseos  todos a la vez pero ninguno se cumplía.
Ana, la única persona que no estaba pidiendo ningún deseo, mando callar a todo el mundo y escuchar al árbol. De repente todos sus compañeros se quedaron mudos menos Ana y ya no le quedaba ningún deseo.

Ana salio a la calle y vio que nadie podía hablar, entonces pensó que no le hacia falta tener a gente con quien hablar y pasar la navidad, es decir, no creía en la Navidad.
Al día siguiente era el día de Navidad y Ana se despertó muy contenta porque todas las mañanas iba a jugar con sus amigos a la calle.
Cuando salio a la calle se dio cuenta de que como nadie podía hablar no tenia a nadie con quien jugar y se fue sola a dar un paseo. Mientras caminaba se dio cuenta de que necesitaba que la gente hablara para todo lo que se podía hacer.

Ana se puso a llorar por que se sentía sola, necesitaba a gente para poder comunicarse, estaba empezando a creer en la navidad y había descubierto que la navidad es para pasarla en familia y estaba muy arrepentida de aquel deseo.
Entonces fue corriendo a su clase, empezó a llorar al pie del árbol y a suplicarle que anulara el deseo que no podía aguantar más, el árbol que era un  poco comprensivo decidió anular el deseo entonces cuando fue a realizarlo Ana se encontró tirada en el suelo y Pilar le estaba diciendo que se levantara y que se había dado un golpe en la cabeza ana les contó a todos lo que le había pasado y aprendió una gran lección: el espíritu navideño no son solo los regalos si no el rato que estas con tus amigos y familiares decorando las casas cantando villancicos eso es tener espíritu navideño.
 
Fin…

Hecho por Celia, Laura, Maite, Cristina.S, Elena y Desiree 

  
                                                    EL AMIGO ÁRBOL                                                

Hace algunos años en una noche fría de navidad, en una clase de un colegio unos niños decoraron un árbol de navidad. Cuando acabaron, cada uno se fue a su casa. Pasaron los días y en una  noche cayo un rayo en el árbol que hizo que los niños sospecharan.
Al día siguiente fueron al colegio y entonces vieron que el árbol había cobrado vida, lo primero que hizo fue regañar a un niño que siempre le quitaba las decoraciones.
El niño avergonzado fue a decírselo al profesor, el profesor se rió y le dijo que no tuviera tanta imaginación.
El niño aprendió que los árboles tan bien tienen sentimientos y prometió que nunca lo volvería a hacer.
Pasaron los días, y visitaban al árbol. Era un amigo masque les ayudaba a aprobar los exámenes de biología. Siempre le llevaban abono y agua y el árbol se sentía muy bien pues sabia que sus amigos no le defraudarían.
Cuando se acabo la navidad los amigos no querían despenderse de el ,el profesor lo subió al desván ,lo encerró con llave .
Los niños querían ayudar al árbol se quedaron un día en el colegio para salvarlo pues sabían que hay ,se iba a secar         
Entonces se quedaron por la noche consiguieron entrar en el desván y abrieron el armario y rescataron a su amigo .
No sabían donde guardarlo pero al final lo plantaron en el jardín del colegio y todos siguieron siendo su amigo hablando con el y todos los días llevándole abono.
Elena, Sandra, Geraldine, Eduardo y Javier

EL ÁRBOL DE NAVIDAD   

Hace algunos años, en una noche fría de Navidad, en un colegio un árbol de Navidad daba luz a un colegio entero, pero no se daban cuenta de que existía.
Un día el árbol se puso triste, la gente se preguntaba por que no daba luz, menos los profesores que eran los únicos que sabían que estaba triste y lo intentaron animar, pero fue en vano pues el arbolito seguía triste sin ánimos ni ganas de vivir, el director del colegio al día siguiente habló con él  y le dijo que debía proporcionar luz, o de lo contrario debería irse, el arbolito se puso más triste y decidió hacer las maletas. El colegio se vió obligado a poner luz eléctrica, cuatro niños del colegio se preocuparon por el arbolito y decidieron ir en su búsqueda, el arbolito estaba llorando en un bosque mientras se lo contaba a sus amigos entonces los niños aparecieron y fueron a consolarle, los niños le prometieron que harían todo lo posible porque volviera al colegio.
Al día siguiente los cuatro niños fueron a hablar con el director pero no consiguieron convencerle.
Al cabo de unas semanas el director recibió la factura de la luz y estalló de rabia al ver el precio, acto seguido el director fue a hablar con los niños y les dijo que fueran a buscar al arbolito y que le dijeran que por favor volviera.
El  arbolito aceptó volver al colegio, el director eliminó la luz eléctrica y todo volvió a la normalidad, todos prometieron tratar mejor al arbolito, él muy feliz siguió proporcionando luz.    
 Luis, Yamina, Adrián y David A.


UN ARBOLITO MUY ESPECIAL

Hace algunos años, en una noche fría de Navidad.
Un árbol, daba luz a una pequeña clase de sexto.
Y en esa clase estudiaba Miguel y Carla. Ese árbol era muy especial para ellos, porque cuando llegaron al colegio, lo plantaron entre todos. Y lo cuidaban durante todos los días que había clase.
Pero estaban preocupados, porque en las vacaciones de Navidad, no lo podrían cuidar.
Desde ese momento a Miguel y a Carla, les ocurren muchas  aventuras, para poder cuidar al arbolito de Navidad.
Un poco antes de que fueran las vacaciones, Miguel y Carla quedaron en la clase de sexto, para estar con el arbolito. Cuando llegaron a la clase se propusieron salvar al árbol, para que no se muriese, porque ya era muy viejo.
Al día siguiente, cuando llegaron todos al cole, se dieron cuenta, de que el árbol había desaparecido. Miguel y Carla corrieron hasta la entrada y solo pudieron ver a una persona, que llevaba un traje azul y le caían del bolsillo hojas del arbolito. Ellos siguieron a esa persona, pero no lo podían alcanzar porque corría muy rápido. Solo vieron que entraba en una sala que en la puerta ponía <<Danger>>.
Corriendo Miguel y Carla, entraron por la puerta. Al llegar, vieron al arbolito y al momento se cerró la puerta de la sala y se quedaron encerrados.
Pasó un largo tiempo y el arbolito cada vez se ponía peor y a los niños les quedaba cada vez menos agua para beber.
De repente, el árbol creció y se llenó de luces y adornos. A continuación la puerta se abrió y aparecieron todos los amigos de Miguel y Carla y sus padres.
Todos juntos pasaron una gran Navidad con el arbolito y descubrieron quien lo había robado.     
¡¡Feliz Navidad y Prospero año nuevo!!

Hecho por: Cristina Orenes, María Betorz, Borja Buisan, David P.


lunes, 20 de diciembre de 2010

Cuentos de Navidad 6ºB

LA TRAGEDIA PUEDE CAMBIAR POR NAVIDAD

Esta historia ocurre en una época llena de guerras y pobrezas, en Londres.

Hace 40 años se produjo un terremoto que dejo el mayor caos en 90 años.

Tres hermanos pobres, que vivían con sus abuelos en una humilde casa construida con un poco de cemento y varios palos, no tuvieron solución alguna contra el terremoto. Sus abuelos, que no tenían suficientes fuerzas para cuidar tres niños, murieron en el acto.

Los tres hermanos, de apenas 10 años, acostumbrados a la vida triste, siguieron su camino.

Cuando llegaron a un pueblo llamado “No me olvides”, no se encontraron a nadie por la calle, por esa razón siguieron adelante, hasta que su vista pudo hallar un hostal donde les ofrecieron pan y agua. Con esas pocas provisiones siguieron adelante. A continuación, prosiguieron su paseo por el pueblo y muy cansados cayeron sobre un campo.

Al día siguiente, de madrugada, emprendieron hacia un pequeño restaurante que se hallaba detrás de la niebla. Los dueños de ese lugar se llamaban los hermanos Menites. Pronto se hicieron amigos e hicieron un pacto:

-         Nosotros os podemos dar dinero, pero para eso debéis trabajar , propusieron los hermanos Menites.
-         ¡ Claro ¡  ¿ Como íbamos a rechazar una ayuda tan grande?, exclamaron los tres hermanos pobres.
-         De acuerdo, os daremos trabajo, pero, ¿sabéis atender a los clientes y servirles la comida?, preguntaron los hermanos  Menites.
-         Sí, si, antes de que nuestros padres murieran, les hacíamos de camareros, dijeron los tres hermanos pobres mientras empezaban a sollozar.
-         Lo sentimos, a lo mejor os podemos alegrar, este pueblo se llama “ No me olvides” porque nuestros difuntos, aquí, siempre nos acompañan, dijeron los hermanos Menites.


El día de Navidad en este pueblo es un día muy importante, porque todos los habitantes se reúnen en un lugar en concreto, encienden una vela por cada difunto y rezan.
Y en esos momentos, allí con ellos, sienten que sus familiares difuntos, están presentes, el día que nació Jesús.

Los tres hermanos pobres, después de dar las gracias a sus nuevos amigos, siguieron por las calles oscuras y una anciana que paseaba por la calle les preguntó:

-         ¿Qué hacen  en un pueblo como éste, de noche, unos niños? ,preguntó la anciana
-          Buscamos un lugar para pasar la noche, respondieron los tres hermanos.
-         No os preocupéis , yo vivo en una casa muy grande, os podéis quedar los días que queráis, dijo la anciana.
-         Muchas gracias, de verdad, dijeron los tres hermanos.

Pasaron la noche allí, en la gran casa de la anciana, pero se pasaron toda la noche dándole vueltas a la cabeza, pensando en lo que les dijeron los hermanos Menites.

Al día siguiente, 25 de diciembre, como todos los años los habitantes se juntaron para celebrar la Navidad, encendieron una vela por cada difunto y rezaron.

Los tres hermanos notaron que su madre estaba allí, junto a ellos, celebrando el magnifico día  en que nació Jesús y los hermanos Menites les preguntaron a los tres hermanos que querían por Navidad, y los tres hermanos dijeron:

-         ¡ Lo que sentimos ahora, el amor de una madre!
NOELIA NASARRE

EL BOSQUE MÁGICO
¡Hola! Yo soy Luz y os voy a contar una historia que me pasó a mí y a dos amigas, hace 120 años. Somos hadas, ellas se llaman Agua y Flora. Vivíamos en un bosque que no tenía nombre. Un día decidimos empezar  a preparar todo para la Navidad.  El señor tripa Azul era un pájaro carpintero que no creía en la Navidad, y vino a hablar con nosotras. Nos dijo:
¡La Navidad no existe!  Dejaros ya de tonterías.
Nosotras no le hicimos caso  y nos fuimos. Cuando acabamos todo ¡Ahhhh! no, todo no, se me olvidaba que faltaba la estrella del árbol. El señor tripa Azul se enfadó e hizo un hechizo para deshacer todo lo que habíamos hecho con tanta ilusión. Cuando vinimos de tomar el té ya no quedaba nada de lo que hicimos. Corriendo  fuimos a ver a la Reina. La Reina no pudo hacer nada y nos fuimos a casa. Al llegar a casa  nos encontramos con el señor tripa Azul y nos dijo:
-¿Os ha gustado mi hechizo?
-¿Ha sido usted? Le preguntamos.
- ¡Sí fui yo! Contestó.
Fuimos a ver a la Reina, la cual ella desterró al señor tripa Azul. Cuando se fue a otro bosque, nos pusimos manos a la obra. Ese día era Nochebuena y nos dió  tiempo de hacerlo todo menos buscar una estrella. Se nos ocurrió ir al lago helado, allí  había  un hombre que hacía  estrellas de Navidad. Había tres horas de camino, nos encontramos muchos animalitos. Cuando llegamos después de tres horas andando, encontramos a ese hombre, nos vendió esa estrella que brillaba tanto y era tan bonita. Nos costó 12 hojas de carrasca, para que me entiendas 24 €. A la vuelta a casa nos encontramos al señor tripa Azul. Nos dijo que le perdonáramos y le perdonamos. Cuando llegamos él nos ayudó a colocar la estrella. Ya creía en la Navidad y juntos celebramos aquella noche tan especial. Hay personas que no creen en la Navidad pero tú y yo sí que creemos y siempre creeremos en esta noche tan especial.
¡FELIZ NAVIDAD!                                              Luz   
Posdata: Se me olvidaba decirte que al Bosque le llamamos el bosque Mágico.

ELENA MARTÍNEZ

UNA NAVIDAD PARA DAR

Hace muchos años en un pueblo con pocos habitantes vivía una familia bastante rica, estas personas eran muy especiales y solidarias, ellos celebraban la Navidad de otra manera…
El día veintitrés de diciembre, el niño llamado Lucas, estaba emocionadísimo. Preparó toda la casa, montó un precioso árbol de Navidad y también un pesebre. Cuando estuvo la casa bien decorada se fue a comprar ropa y juguetes con sus padres.
Sus padres se llamaban Francisco y Carmen, vivían en una casa muy modesta. La familia hacían algunos de los juguetes a mano y vestían humildemente, por eso la gente del pueblo les juzgaba por las apariencias: como vestían, la casa que tenían… en vez de ver que eran felices sin lujos y con pocas cosas.
Por fin llegó el día de Nochebuena y la familia estaba más contenta que nunca, se abrigaron muy bien y se dirigieron los tres a la iglesia del pueblo para celebrar la misa del gallo. Cuando acabó la misa ya era de noche y como era tan tarde se fueron a su casa a dormir.
La mañana siguiente, que ya era día de Navidad, Lucas en vez de irse como haríamos cualquiera de nosotros a ver los regalos que le habían traído, él no se había pedido ningún regalo, por lo que no le trajeron ninguno, así que lo que hizo fue vestirse rápidamente, sus padres hicieron lo mismo y una vez todos listos se marcharon al orfanato y todos esos juguetes y esa ropa que compraron el día veintitrés los repartieron entre los niños del orfanato.
Seguidamente hicieron lo mismo con la gente del hospital, también con los mendigos y los colegios para discapacitados. Porque para ellos este era el verdadero Espíritu de la Navidad, ayudar a todos y compartir, a esta familia le daba igual lo que pensaran de ellos, porque lo que más les importaba era el amor y la alegría que inundaba sus corazones en estas fechas.
Pasaron los años y los padres de Lucas murieron, Lucas tuvo hijos y ellos hacían lo mismo que sus padres y abuelos, y aún a día de hoy los descendientes de esta familia siguen continuando esta preciosa tradición.
JAVIER DÍAZ

Cuentos de Navidad 6ºA

LA NOCHE MENOS INESPERADA
Era el año 2007, en las vacaciones de Navidad.
Una familia normal, como todas, fueron a Cambrils a pasar las vacaciones con los abuelos de Lucia.
Dos días antes de Nochebuena, Elena, la madre de Lucia, estaba haciendo la cena, como todos los días. Lucia, preparaba el árbol de Navidad como todos los años, cuando se acordó de que le dijo su madre que tenía que comprar la estrella, para ponerla en el árbol de Navidad.
Ella iba por el camino, cuando se encontró a una niña de 9 años, como ella, que estaba en un rinconcito de la calle pidiendo y estaba tiritando. Lucia se acercó a ella y le fue preguntando cosas. Ella se llamaba Laura y estaba en la calle pidiendo, porque su padre no trabajaba, aunque él buscaba trabajo por todos los lados, Laura, le dijo que su padre, se levantaba a las seis de la mañana e iba a la casa de su tía y miraba en el ordenador trabajos. Ella también le dijo que su casa la tenía con hipoteca y no tenían dinero para pagarla, se la podía quitar el banco, además su madre no trabajaba. Le dijo que todas las mañanas va y pide dinero para comprar algo de comer. Después de que Laura le explicara todo, Lucia le dio el dinero de compara la estrella a Laura y le acompañó a la tienda a comprara una barra de pan. Después Laura le invitó a su casa para conocer a sus padres y para ver a su tía abuela.
Mientras tanto sus padres y sus abuelos la estaban buscando por todas partes: por la casa, por la ciudad… ¡Hasta llamaron a la policía!
Lucia estaba impresionada con lo que veía, porque ella tenía un montón de juguetes que no usaba y un montón de ropa, mientras que Laura sólo tenía tres juguetes, y las valoraba mucho y sólo tenía 2 pantalones y dos camisetas.
Lucia pidió a los Reyes ese año que el padre de Laura tuviera trabajo.
Laura acompañó a Lucia a su casa y sus padres contentos le dieron un abrazo.
Laura se iba a ir, cuando le dijo Lucia que se podía quedar a cenar con ellos, entonces ella llamó a sus padres y se quedaron, esa noche fue inolvidable.
Además el deseo de Lucia se cumplió. Raúl, el padre de Lucia, le preguntó al padre de Laura que de que trabajaba, él le dijo que no encontraba trabajo, que antes trabajaba en una carpintería pero la empresa cerró y él estaba buscando trabajo pero no encontraba.
Raúl le dijo que él trabajaba en una carpintería y buscaban a un carpintero, que si quería trabajar. Él, contento de alegría aceptó y pasaron la mejor noche de todas.
Ese día Lucia y Laura aprendieron muchas cosas y se hicieron muy buenas amigas.
ANA ABRIL

MENUDA NAVIDAD
Pablo, un niño de 13 años, iba a las afueras de Donsville, su ciudad, con su familia de excursión a un lago.
Iban a un lago llamado “Azulón” por el de sus aguas.
Le gustaba mucho y, además había un bosque cerca de él. Salió del coche y corrió hacia el lago. Sus padres le dijeron que podía ir a explorar al bosque.
- Primero quiero merendar – dijo Pablo.
- Vale - dijo su madre.
- Oye papa, ¿qué día es hoy? – dijo pablo comiéndose su bocata.
-  Pues es el día de Navidad ¿o no te acuerdas? – dijo su padre.
Después, comió con voracidad y corriendo fue al bosque.
Allí pasaron las horas y sus padres se olvidaron de él, y se fueron a casa.
Pablo preocupado corrió hacia el lago, donde no vio a nadie.
- Je, menudo día de Navidad – se dijo para sí.

De repente cayó la noche y dos luces inundaron el bosque, como no, Pablo fue a ver. Al verlas se quedó boquiabierto, eran dos llamas blancas como la nieve con forma humana sin piernas.
-  Nos llamamos Fe y Esperanza – dijeron las llamas.
- Ah, pues yo Pablo – dijo con voz extrañada.
Y les explico lo sucedido. Las llamas se ofrecieron a ayudarle. Siguieron caminando hasta salir del bosque, donde con esperanza siguió.
Llegamos a un desierto, pero Pablo, con fe de que le encontraran siguió. Las llamas ayudaban, ya que servían de guía.
Después de horas andando, las llamas desaparecieron. Y pablo gritó: ¡No os vayáis! Y le respondió una voz:
-  Siempre estaremos contigo.
Siguió y llegó a una carretera. Un camionero paró y lo llevó.
Llegó a casa y dijo:
-  Tenía razón la voz, siempre me acompañan.

EL VALOR DE LA AMISTAD
Había una vez en un pueblecito llamado “La C”, nacieron 2 bebes de distinta familia, el día 25 de Diciembre.
Como era tradición los nombres de las personas que nacían allí tenían que empezar por la letra “C” entonces los llamaron Clara y César.
Clara y César crecieron felices como otro niño cualquiera, eran muy amigos, lo hacían todo juntos y celebraban Navidad y su cumpleaños las dos familias a la vez. Un mes antes de su cumpleaños, Clara  y César se vieron y se pusieron a hablar.
Cuando se fueron cada uno a su clase, Carlos un amigo de César le dijo:
-¿Le vas a regalar algo a Clara por su cumpleaños?
-Sí, pero no se el qué - Dijo César
-Pues averigua lo que le gusta, solo falta un mes – Dijo Carlos
-Vale – Dijo César
Una semana después César averiguó lo que le gustaba a Clara y fue a comprárselo. Al llegar a casa alguien llamó al timbre de su casa. Cesar sabía que era Carlota la amiga de Clara porque le había llamado para hablar con ella. Cuando entraron al salón, Carlota y César se pusieron a hablar, entonces Cesar le dijo a Carlota que tenía una enfermedad, y que la única persona que sabía curarla se llamaba Hershel Layton, un profesor de ciencias que no sabían donde vivía. Entonces Carlota se puso a llorar y César le dio una cajita y le dijo que se la diera a Clara dentro de dos días pero que no le dijera nada de la enfermedad porque quería decírselo él.
Al día siguiente César le conto a Clara lo de su enfermedad y Clara no se lo podía creer, no paraba de llorar. Clara se fue a su casa y al día siguiente lloraba y lloraba cada vez más. Entonces Carlota fue a visitarla y  le dóo la cajita que le había dado César cuando Carlota se fue, Clara abrió la caja y vio que era un collar con un colgante en forma de estrella, lo que ella siempre había deseado y dentro ponía: “las amistades verdaderas son las más fuertes, las que siempre permanecen unidas, te quiero mucho”.
Después de leerlo Clara se puso a buscar información sobre donde podía estar Hershel Layton porque se lo había contado Carlota. Al final descubrió donde estaba, ¡en la otra punta del país! Enseguida cogió el teléfono y llamó a Carlota y le dijo que iba a ir en busca de la medicina para César y Carlota dijo que iría con ella.
Al día siguiente se pusieron en camino, tuvieron que pasar muchos problemas pero al final consiguieron encontrar a Hershel Layton y les dió la medicina. Cuando salieron de su casa, intentaron ir lo más rápido posible porque a César se le estaba acabando el tiempo.
De repente llegaron al pueblo, corriendo le dieron la medicina a César. César no se curaba, era 25 Diciembre, entonces clara recordó lo que le había  dicho Hershel Layton: “La medicina solo funciona con el verdadero amor”. Le dio un beso y César abrió los ojos cuando pasaba una estrella fugaz y pidió no olvidar nunca esas Navidades y estar siempre junto a Clara.
Después todos se pusieron a cantar villancicos y gritaron ¡FELIZ NAVIDAD! Por todas las casas para repartir alegría navideña.
CELIA PÉREZ
EDUARDO TORRES

domingo, 19 de diciembre de 2010

Cuentos de Navidad 5ºB

EL MUÑECO DESECHO DE FELICIDAD

Había una vez una familia que tenía un hijo. Un día en nochebuena nevó. Ese día, en el árbol  de navidad había muchos regalos, entonces la familia desayunó unos pastas de chocolate.  Luego fueron al árbol, y se pusieron a abrir los regalos, pero sobre todo había uno en el que había una zanahoria, un sombrero, y una bufanda de color azul, pero luego había una carta en la que ponía: busca tus sueños en la nieve.

El niño, Raúl, se sorprendió, pero no lo entendió.
Pasó el día, tan bueno de Nochebuena. Se fue a la cama a dormir porque era de noche, y era muy tarde.

Entonces se durmió y empezó a soñar con el significado de la frase de aquel regalo, y se le apareció nada más ni nada menos que Papá Noel. Le dijo que le había traído aquel regalo para que hiciese un muñeco de nieve.

El niño lo entendió, pero se preguntó ¿por qué?
Al día siguiente se fue a la nieve sin desayunar ni nada, cogió el regalo de ayer, y salió a la calle. Empezó almacenando la nieve en un cubo, luego la hizo esférica y era grandiosa, la segunda la hizo más pequeña, y la última la hizo un poco más pequeña, y las montó de mayor a menor, entonces cogió dos piedras pequeñas y las puso en la cara, y la zanahoria, el sombrero y la bufanda también. Había echo el muñeco de nieve más bonito que te podías imaginar.

Este muñeco era mágico, (éste cobró vida).

Pero sólo cobraba vida cuando era Navidad, y también cuando estaba Raúl.  En ese tiempo se lo pasó súper bien y siempre llegaba a casa contento y feliz.

Pero un día fue al sitio donde estaba el mágico muñeco de nieve. El muñeco le dijo:  cuando se acabe la Navidad, yo desapareceré, y me convertiré en un pequeño oso de lana, para que a veces no te sientas solo ni triste, si no contento de pensar la felicidad que te hace la Navidad, la nieve.

Él se puso triste, pero se tenía que ir a casa, y le dijo Raúl: gracias por hacerme pasar tantos buenos ratos contigo, te doy mi colgante de la suerte.  (Porque ese día era el último de Navidad). Se fue Raúl a casa a cenar, porque se hacía de noche. Cenó con mucha alegría (más que los otros días). Se fue a la cama con toda la felicidad.
Pero estaba un poco triste, porque echaba de menos el muñeco de nieve.
Al día siguiente, fue al sitio donde estaba el muñeco de nieve, pero no lo encontró, se había convertido en un oso de peluche, y tenía una carta pequeña, en la que se leía:
"Dios te creó para ser feliz".
A partir de ese día, Raúl siempre estuvo contento, porque nunca estaba solo en Navidad. Él recordó que fue una historia inolvidable y bonita. Que sólo le tocaba a un niño en cada Navidad.

Autor: Raúl Tomás Campo. 

Protagonistas: Raúl, y el muñeco de nieve

Reflexión: que los niños pobres con cualquier cosa son felices  .Y que algunos de nosotros los niños afortunados no valoramos las cosas que tenemos. Y que la Navidad siempre es bonita
FI

LOS REYES MAGOS MÁS UNO

Había una vez, una mujer llamada María. Ella estaba en su casa sola y de repente se le aparece un ángel. –Hola María, no temas me envía Dios, vengo a decirte que vas a tener un hijo, Jesús. María creía en Dios y aceptó tener un hijo. Después de un tiempo, María conoció a José, los dos se enamoraron y felices se casaron. Huyeron a Jerusalén para proteger a Jesús de Herodes. Se quedaron a pasar la noche en una cabaña hecha de madera y paja.Y ahí, nació Jesús el Salvador. Los tres reyes de Oriente se enteraron y decidieron ir a verle y llevarle oro, incienso y mirra. Los reyes se guiaban por una estrella fugaz que había en el cielo. Por su camino se encontraron a un ciego que iba andando. Ellos le preguntaron, -¿a dónde vas?, y el ciego les contestó, -voy a ver al Salvador, Jesús. Porque aunque no lo pueda ver, lo puedo tocar. Los reyes le miraron a los ojos y vieron que él era como un rey más. Era valiente y muy bueno al llegar hasta ahí. Así que los cuatro fueron a ver a Jesús con oro, incienso, mirra y amor.

MARTINA GARCÍA
PLANETA LUMINOSO

         Érase una vez un pueblo afectado por la crisis. En esas Navidades la Alcaldesa de ese pueblo decidió no poner luces en las calles para ahorrar algo de dinero.

         Toda la gente protestaba y decía ¿Qué es una Navidad sin luces? ¿Cómo hemos podido llegar a esto…?

         Pero una familia que se preocupaba por los necesitados dijo que a ellos les parecía bien, el niño de la casa fue a llamar a su banda de amigos y salieron a difundir la noticia por tiendas, bares, cafeterías, casas…

         Al final, todo el pueblo se contagió, el pueblo de al lado, luego el país, después el continente y llegó a contagiarse todo el planeta.

         La noche de Nochebuena a todas las personas que habían ayudado a los demás, se les encendió una luz en su corazón.

         Y el mundo, visto desde lejos, como una luz, se convirtió en un “planeta luminoso”.
FIN
PEDRO CASASNOVAS

ROBY   EL  RARO

Había  una  vez   unos niños que jugaban en la nieve. Porque siempre en la Navidad se iba a cantar villancicos por las casas, en este caso por las casas de Villalegre, a unos metros de Higli Town.

Toda la gente de ahí era muy alegre, menos un señor muy raro, le llamaban Roby el raro, no creí en la Navidad. Además cuando le llegaban postales las rompía sin mirar quien se las había mandado y cuantas más le llegaban, mas cosas tenia para tirar al fuego. Hasta que se enfadó de verdad, salió a la calle y dijo “NO CREO EN LA NAVIDAD” ni tampoco en Papa Noel porque es un farsante y menos en los Reyes Magos .La gente ya lo sabía y como si nada. Entro en casa, rompió todas las cintas de video de la Navidad, pero cuando se fijo en una que ponía: CON CARIÑO DE TU NIETO DE LA NAVIDAD. La puso y a Roby le caían lágrimas. Dijo “es hora de cambiar “corriendo fue al mercadillo, compro un belén, musgo y adornos para el árbol, la gente la gente pasaba por su casa y decía “anda mira, un árbol con adornos en casa de Rody” igual se ha vendido la casa y han venido vecinos nuevos que sí creen en la Navidad”.

Uno de los vecinos dijo “voy a ver el buzón, a ver si se ha vendido la casa o no”. Fue a ver y correctamente ponía el nombre de Roby y su dirección. Por fin cree en la Navidad. El día de Reyes tuvo regalos y así fue para siempre en las Navidades, y desde entonces le llaman Roby el alegre.

                                                 FIN
ALFONSO MÍNGUEZ

miércoles, 15 de diciembre de 2010

Cuentos de Navidad 5ºA


BOLA DE NIEVE
Hace tiempo, existió un pueblo llamado Jomath, donde vivió una familia pobre formada por tres miembros:
Clariet; la madre, Michael; el padre, y una pequeña niña llamada Bola de Nieve. Ese nombre se debía a que era igual de blanca que la nieve y también porque era rellenita.
Aunque fuese pobre, la familia estaba feliz, porque tenían: una cama, comida, bebida, ropa y una sábana. Para ellos eso era suficiente.
Pasaron los años y Bola de Nieve creció, pues ya tenía siete años. Un día soleado Bola de Nieve se fue a jugar con su amiga Lusy al escondite a un bosque cercano. Allí jugarían bien. Lusy contaba y Bola de Nieve se escondía, el camino por donde iba a pasar Bola de Nieve estaba muy empedrado y tenía muchos charcos de barro. 
Bola de Nieve estaba tan tranquila corriendo para esconderse que no se daba cuenta de por dónde iba, estaba tan despistada que tropezó con una piedra, perdió el equilibrio y cayó en un charco de barro. Se manchó toda de barro. Cuando quiso regresar no sabía por dónde había venido así que se puso a caminar,  caminar y  caminar.
Estaba agotada, se decía:
 “¿Qué puedo hacer?, estoy agotada, ¡oh! Este barro se endurece”.
 Tenía razón, el barro se estaba endureciendo y secando.
Bola de Nieve ya había conseguido llegar al fin a su casa después de tanto andar. El problema era que cuando fue a llamar al timbre, el barro se había endurecido y Bola de Nieve estaba marrón, cuando de normal tendría que estar blanca como la nieve y por eso sus padres no la reconocieron. La niña insistía en que era ella pero sus padres no la creían. Se hartaron tanto que la echaron de casa.
Se hizo de noche y Bola de Nieve seguía en la calle así que durmió allí, antes de dormir siempre rezaba, esa noche rezó como nunca. A la mañana siguiente Bola de Nieve se pego una gran sorpresa al verse: ¡ya no tenía el barro! Estaba muy feliz,   
y ahora sabía que sus padres la reconocerían. Así que se fue a su casa, cuando sus padres le abrieron se dieron todos un gran abrazo. 
Cuando se enteraron  de lo ocurrido prometieron acoger a todo el que se pasara por allí pidiendo ayuda.
Y así fue, paso un tiempo y la familia había acogido a mucha gente, por eso decidieron fundar un hospital. Los fundadores de Jomath el pueblo se enteraron de la noticia, les pareció genial así que les decidieron ayudar mandándoles comida y dinero suficiente.        
Bola de Nieve rezó siempre y gracias a eso el hospital duró mucho, hasta que un día…
 “¡Estoy harto de mandar dinero y comida!” Decía uno de los fundadores. 
 “¡Yo también, nos estamos arruinando! ¡Y si necesitan dinero que se busquen la vida!”. 
Esta era una de las conversaciones entre los fundadores del pueblo.
Paso tiempo y la familia se preguntaba que por qué no recibían el dinero y la comida prometidos. Ellos no podían hacer nada. No querían dejar el hospital, por eso decidieron dar su comida y su dinero para ellos. 
Pasaron 2 semanas y la familia no aguantó más… murió. Su muerte fue trágica, pero a esa familia todo el mundo la llevo siempre en sus corazones.
                            FIN   
JARA MONTER OREA


CUENTO DE NAVIDAD

En un pueblecito pequeño de la montaña estaban todos sus habitantes muy contentos porque empezaban las navidades. El pueblo esta precioso, había caído esa noche tanta nieve que tuvimos que sacar la nieve del portal con mi abuelo, mi padre y yo con unas palas de cavar.
Todos mis amigos estaban por la plaza del pueblo tirando bolas de nieve, las mamás iban a la compra y los perros correteaban por la nieve.
Como todos los años el alcalde organizó un concurso de árboles de Navidad. Teníamos que adornar lo más bonito que quisiéramos y lo teníamos que poner delante de cada casa. El premio era un viaje para ver a “Santa Claus”.
Un niño que tenía mucho dinero y le compraban todos los caprichos que quería se fue a la mejor tienda de la plaza y compró el árbol más grande que había, lo decoró con bolas de ora y plata.
Otro niño, ayudado por su tía, fue a la tienda de la plaza y compró un árbol adornado con luces y bolas de colores.
Todos los niños fueron ayudados por sus padres y decoraron sus árboles.
Pero a las afueras del pueblo vivía un niño huérfano que no tenía nadie que le ayudara. Solo tenía lo que la gente le daba. Este día estaba muy triste, se pasó toda la mañana llorando en las escaleras de su vieja casa mirando como los otros niños decoraban sus árboles porque su gran ilusión era conocer a “Santa Claus”. Cuando terminó de llorar se fue con la cabeza cabizbaja y muy triste. Se dirigió hacia la iglesia del pueblo y allí se puso a rezar delante de la Virgen María pidiéndole que alguien le ayudara y le trajera un árbol como todos tenían. Mientras estaba sentado en el banco de la iglesia rezando se oyó una voz que le dijo: “ve al bosque, coge un árbol, llévalo a tu casa y déjalo en la puerta. Mañana cuando te levantes verás como estará”. El niño se fue para casa y se acostó en la cama.
A la mañana siguiente el niño lo primero que hizo es ponerse las zapatillas y abrir la puerta de su casa, vio el árbol más bonito y más bien adornado que jamás había visto. El niño miró al cielo y le mandó un beso a la Virgen María por su ayuda.
Por la tarde el señor alcalde pasó por todas las casas y fue mirando los árboles adornados.
En la votación todos decidimos darle el premio al niño huérfano por que en estos días tenemos que hacer feliz a los más necesitados.
El niño huérfano fue premiado y consiguió ir de viaje a conocer a “Santa Claus”
FIN
RAMÓN REVILLA



UNA NAVIDAD FUGAZ 

Hace mucho, mucho tiempo, en un país muy lejano había una estrella fugaz que se llamaba Navidad. Navidad era feliz hasta que un día la Navidad no se celebró.
Navidad estaba muy preocupada porque sin Navidad, no habría niños a quien darles las buenas Navidades y si no les daba las buenas Navidades ella se quedaría sin felicidad, que es lo que necesita para vivir. Si ella no viviese los Reyes Magos no sabrían donde ir a dejar los regalos. Si los Reyes no dejaban los regalos, los niños dejarían de creer en los Reyes Magos. Eso a ningún padre le gustaba, porque si dejaban de creer en los Reyes Magos, no tendrían cultura. Si no tenían cultura no podrían trabajar en nada. Porque para trabajar hay que tener cultura. Sin trabajar no podrían comer y entonces se pondrían enfermos, no tendrían medicinas para curarse ni casa donde vivir.

Por suerte todo se solucionó el día de Nochebuena por la mañana. Las familias empezaron a colgar adornos y luces de colores que llenaron a la estrella de felicidad. Así pudo enseñarles el camino a los Reyes Magos para que dejaran los regalos, para que los niños siguieran creyendo en ellos y no les faltara cultura, para cuando fueran mayores poder tener un buen trabajo. Y así la estrella Navidad consiguió que los padres y los niños tuvieran unas las buenas Navidades llenas de felicidad. 

PABLO ALAS 

LAS NAVIDADES DE JUAN Y ANA
En un pueblecito de la alta montaña, vivía una niña llamada Ana. Su familia, era pobre pero eran felices  porque se querían  mucho. Ana  tenía un vecino que era anciano y vivía  solo porque su mujer se había muerto hacía un año y a veces, Ana le hacía compañía y le ayudaba en alguna tarea.
Poco antes de Navidad, Juan (el vecino de Ana), le dijo que tenía muchas  ganas de ver a  sus hijos y nietos  que vivían muy lejos y que iban a pasar los días de Navidad con él en el pueblo.
Dos días antes de Nochebuena, empezó  a nevar sin parar y cortaron  las carreteras por la nieve  y el pequeño pueblo donde vivía Ana quedó incomunicado.
Cuando Ana  fue a visitar a Juan, lo encontró muy triste porque estas Navidades las pasaría  solo, ya  que  sus  hijos no podrían llegar al pueblo por tanta nieve. A Ana se le ocurrió la idea de que Juan pasara las Navidades con su  familia,  y se lo contó a sus padres que estuvieron de acuerdo. Así que  Juan se puso muy contento y pasó unas bonitas Navidades con la familia de Ana.
Ana se sintió muy bien por compartir la Navidad con su vecino Juan y pensó  que Nadie  tendría que pasar las Navidades solo porque son días para compartir.

SARA CUELLO