lunes, 20 de diciembre de 2010

Cuentos de Navidad 6ºA

LA NOCHE MENOS INESPERADA
Era el año 2007, en las vacaciones de Navidad.
Una familia normal, como todas, fueron a Cambrils a pasar las vacaciones con los abuelos de Lucia.
Dos días antes de Nochebuena, Elena, la madre de Lucia, estaba haciendo la cena, como todos los días. Lucia, preparaba el árbol de Navidad como todos los años, cuando se acordó de que le dijo su madre que tenía que comprar la estrella, para ponerla en el árbol de Navidad.
Ella iba por el camino, cuando se encontró a una niña de 9 años, como ella, que estaba en un rinconcito de la calle pidiendo y estaba tiritando. Lucia se acercó a ella y le fue preguntando cosas. Ella se llamaba Laura y estaba en la calle pidiendo, porque su padre no trabajaba, aunque él buscaba trabajo por todos los lados, Laura, le dijo que su padre, se levantaba a las seis de la mañana e iba a la casa de su tía y miraba en el ordenador trabajos. Ella también le dijo que su casa la tenía con hipoteca y no tenían dinero para pagarla, se la podía quitar el banco, además su madre no trabajaba. Le dijo que todas las mañanas va y pide dinero para comprar algo de comer. Después de que Laura le explicara todo, Lucia le dio el dinero de compara la estrella a Laura y le acompañó a la tienda a comprara una barra de pan. Después Laura le invitó a su casa para conocer a sus padres y para ver a su tía abuela.
Mientras tanto sus padres y sus abuelos la estaban buscando por todas partes: por la casa, por la ciudad… ¡Hasta llamaron a la policía!
Lucia estaba impresionada con lo que veía, porque ella tenía un montón de juguetes que no usaba y un montón de ropa, mientras que Laura sólo tenía tres juguetes, y las valoraba mucho y sólo tenía 2 pantalones y dos camisetas.
Lucia pidió a los Reyes ese año que el padre de Laura tuviera trabajo.
Laura acompañó a Lucia a su casa y sus padres contentos le dieron un abrazo.
Laura se iba a ir, cuando le dijo Lucia que se podía quedar a cenar con ellos, entonces ella llamó a sus padres y se quedaron, esa noche fue inolvidable.
Además el deseo de Lucia se cumplió. Raúl, el padre de Lucia, le preguntó al padre de Laura que de que trabajaba, él le dijo que no encontraba trabajo, que antes trabajaba en una carpintería pero la empresa cerró y él estaba buscando trabajo pero no encontraba.
Raúl le dijo que él trabajaba en una carpintería y buscaban a un carpintero, que si quería trabajar. Él, contento de alegría aceptó y pasaron la mejor noche de todas.
Ese día Lucia y Laura aprendieron muchas cosas y se hicieron muy buenas amigas.
ANA ABRIL

MENUDA NAVIDAD
Pablo, un niño de 13 años, iba a las afueras de Donsville, su ciudad, con su familia de excursión a un lago.
Iban a un lago llamado “Azulón” por el de sus aguas.
Le gustaba mucho y, además había un bosque cerca de él. Salió del coche y corrió hacia el lago. Sus padres le dijeron que podía ir a explorar al bosque.
- Primero quiero merendar – dijo Pablo.
- Vale - dijo su madre.
- Oye papa, ¿qué día es hoy? – dijo pablo comiéndose su bocata.
-  Pues es el día de Navidad ¿o no te acuerdas? – dijo su padre.
Después, comió con voracidad y corriendo fue al bosque.
Allí pasaron las horas y sus padres se olvidaron de él, y se fueron a casa.
Pablo preocupado corrió hacia el lago, donde no vio a nadie.
- Je, menudo día de Navidad – se dijo para sí.

De repente cayó la noche y dos luces inundaron el bosque, como no, Pablo fue a ver. Al verlas se quedó boquiabierto, eran dos llamas blancas como la nieve con forma humana sin piernas.
-  Nos llamamos Fe y Esperanza – dijeron las llamas.
- Ah, pues yo Pablo – dijo con voz extrañada.
Y les explico lo sucedido. Las llamas se ofrecieron a ayudarle. Siguieron caminando hasta salir del bosque, donde con esperanza siguió.
Llegamos a un desierto, pero Pablo, con fe de que le encontraran siguió. Las llamas ayudaban, ya que servían de guía.
Después de horas andando, las llamas desaparecieron. Y pablo gritó: ¡No os vayáis! Y le respondió una voz:
-  Siempre estaremos contigo.
Siguió y llegó a una carretera. Un camionero paró y lo llevó.
Llegó a casa y dijo:
-  Tenía razón la voz, siempre me acompañan.

EL VALOR DE LA AMISTAD
Había una vez en un pueblecito llamado “La C”, nacieron 2 bebes de distinta familia, el día 25 de Diciembre.
Como era tradición los nombres de las personas que nacían allí tenían que empezar por la letra “C” entonces los llamaron Clara y César.
Clara y César crecieron felices como otro niño cualquiera, eran muy amigos, lo hacían todo juntos y celebraban Navidad y su cumpleaños las dos familias a la vez. Un mes antes de su cumpleaños, Clara  y César se vieron y se pusieron a hablar.
Cuando se fueron cada uno a su clase, Carlos un amigo de César le dijo:
-¿Le vas a regalar algo a Clara por su cumpleaños?
-Sí, pero no se el qué - Dijo César
-Pues averigua lo que le gusta, solo falta un mes – Dijo Carlos
-Vale – Dijo César
Una semana después César averiguó lo que le gustaba a Clara y fue a comprárselo. Al llegar a casa alguien llamó al timbre de su casa. Cesar sabía que era Carlota la amiga de Clara porque le había llamado para hablar con ella. Cuando entraron al salón, Carlota y César se pusieron a hablar, entonces Cesar le dijo a Carlota que tenía una enfermedad, y que la única persona que sabía curarla se llamaba Hershel Layton, un profesor de ciencias que no sabían donde vivía. Entonces Carlota se puso a llorar y César le dio una cajita y le dijo que se la diera a Clara dentro de dos días pero que no le dijera nada de la enfermedad porque quería decírselo él.
Al día siguiente César le conto a Clara lo de su enfermedad y Clara no se lo podía creer, no paraba de llorar. Clara se fue a su casa y al día siguiente lloraba y lloraba cada vez más. Entonces Carlota fue a visitarla y  le dóo la cajita que le había dado César cuando Carlota se fue, Clara abrió la caja y vio que era un collar con un colgante en forma de estrella, lo que ella siempre había deseado y dentro ponía: “las amistades verdaderas son las más fuertes, las que siempre permanecen unidas, te quiero mucho”.
Después de leerlo Clara se puso a buscar información sobre donde podía estar Hershel Layton porque se lo había contado Carlota. Al final descubrió donde estaba, ¡en la otra punta del país! Enseguida cogió el teléfono y llamó a Carlota y le dijo que iba a ir en busca de la medicina para César y Carlota dijo que iría con ella.
Al día siguiente se pusieron en camino, tuvieron que pasar muchos problemas pero al final consiguieron encontrar a Hershel Layton y les dió la medicina. Cuando salieron de su casa, intentaron ir lo más rápido posible porque a César se le estaba acabando el tiempo.
De repente llegaron al pueblo, corriendo le dieron la medicina a César. César no se curaba, era 25 Diciembre, entonces clara recordó lo que le había  dicho Hershel Layton: “La medicina solo funciona con el verdadero amor”. Le dio un beso y César abrió los ojos cuando pasaba una estrella fugaz y pidió no olvidar nunca esas Navidades y estar siempre junto a Clara.
Después todos se pusieron a cantar villancicos y gritaron ¡FELIZ NAVIDAD! Por todas las casas para repartir alegría navideña.
CELIA PÉREZ
EDUARDO TORRES

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.