domingo, 19 de diciembre de 2010

Cuentos de Navidad 5ºB

EL MUÑECO DESECHO DE FELICIDAD

Había una vez una familia que tenía un hijo. Un día en nochebuena nevó. Ese día, en el árbol  de navidad había muchos regalos, entonces la familia desayunó unos pastas de chocolate.  Luego fueron al árbol, y se pusieron a abrir los regalos, pero sobre todo había uno en el que había una zanahoria, un sombrero, y una bufanda de color azul, pero luego había una carta en la que ponía: busca tus sueños en la nieve.

El niño, Raúl, se sorprendió, pero no lo entendió.
Pasó el día, tan bueno de Nochebuena. Se fue a la cama a dormir porque era de noche, y era muy tarde.

Entonces se durmió y empezó a soñar con el significado de la frase de aquel regalo, y se le apareció nada más ni nada menos que Papá Noel. Le dijo que le había traído aquel regalo para que hiciese un muñeco de nieve.

El niño lo entendió, pero se preguntó ¿por qué?
Al día siguiente se fue a la nieve sin desayunar ni nada, cogió el regalo de ayer, y salió a la calle. Empezó almacenando la nieve en un cubo, luego la hizo esférica y era grandiosa, la segunda la hizo más pequeña, y la última la hizo un poco más pequeña, y las montó de mayor a menor, entonces cogió dos piedras pequeñas y las puso en la cara, y la zanahoria, el sombrero y la bufanda también. Había echo el muñeco de nieve más bonito que te podías imaginar.

Este muñeco era mágico, (éste cobró vida).

Pero sólo cobraba vida cuando era Navidad, y también cuando estaba Raúl.  En ese tiempo se lo pasó súper bien y siempre llegaba a casa contento y feliz.

Pero un día fue al sitio donde estaba el mágico muñeco de nieve. El muñeco le dijo:  cuando se acabe la Navidad, yo desapareceré, y me convertiré en un pequeño oso de lana, para que a veces no te sientas solo ni triste, si no contento de pensar la felicidad que te hace la Navidad, la nieve.

Él se puso triste, pero se tenía que ir a casa, y le dijo Raúl: gracias por hacerme pasar tantos buenos ratos contigo, te doy mi colgante de la suerte.  (Porque ese día era el último de Navidad). Se fue Raúl a casa a cenar, porque se hacía de noche. Cenó con mucha alegría (más que los otros días). Se fue a la cama con toda la felicidad.
Pero estaba un poco triste, porque echaba de menos el muñeco de nieve.
Al día siguiente, fue al sitio donde estaba el muñeco de nieve, pero no lo encontró, se había convertido en un oso de peluche, y tenía una carta pequeña, en la que se leía:
"Dios te creó para ser feliz".
A partir de ese día, Raúl siempre estuvo contento, porque nunca estaba solo en Navidad. Él recordó que fue una historia inolvidable y bonita. Que sólo le tocaba a un niño en cada Navidad.

Autor: Raúl Tomás Campo. 

Protagonistas: Raúl, y el muñeco de nieve

Reflexión: que los niños pobres con cualquier cosa son felices  .Y que algunos de nosotros los niños afortunados no valoramos las cosas que tenemos. Y que la Navidad siempre es bonita
FI

LOS REYES MAGOS MÁS UNO

Había una vez, una mujer llamada María. Ella estaba en su casa sola y de repente se le aparece un ángel. –Hola María, no temas me envía Dios, vengo a decirte que vas a tener un hijo, Jesús. María creía en Dios y aceptó tener un hijo. Después de un tiempo, María conoció a José, los dos se enamoraron y felices se casaron. Huyeron a Jerusalén para proteger a Jesús de Herodes. Se quedaron a pasar la noche en una cabaña hecha de madera y paja.Y ahí, nació Jesús el Salvador. Los tres reyes de Oriente se enteraron y decidieron ir a verle y llevarle oro, incienso y mirra. Los reyes se guiaban por una estrella fugaz que había en el cielo. Por su camino se encontraron a un ciego que iba andando. Ellos le preguntaron, -¿a dónde vas?, y el ciego les contestó, -voy a ver al Salvador, Jesús. Porque aunque no lo pueda ver, lo puedo tocar. Los reyes le miraron a los ojos y vieron que él era como un rey más. Era valiente y muy bueno al llegar hasta ahí. Así que los cuatro fueron a ver a Jesús con oro, incienso, mirra y amor.

MARTINA GARCÍA
PLANETA LUMINOSO

         Érase una vez un pueblo afectado por la crisis. En esas Navidades la Alcaldesa de ese pueblo decidió no poner luces en las calles para ahorrar algo de dinero.

         Toda la gente protestaba y decía ¿Qué es una Navidad sin luces? ¿Cómo hemos podido llegar a esto…?

         Pero una familia que se preocupaba por los necesitados dijo que a ellos les parecía bien, el niño de la casa fue a llamar a su banda de amigos y salieron a difundir la noticia por tiendas, bares, cafeterías, casas…

         Al final, todo el pueblo se contagió, el pueblo de al lado, luego el país, después el continente y llegó a contagiarse todo el planeta.

         La noche de Nochebuena a todas las personas que habían ayudado a los demás, se les encendió una luz en su corazón.

         Y el mundo, visto desde lejos, como una luz, se convirtió en un “planeta luminoso”.
FIN
PEDRO CASASNOVAS

ROBY   EL  RARO

Había  una  vez   unos niños que jugaban en la nieve. Porque siempre en la Navidad se iba a cantar villancicos por las casas, en este caso por las casas de Villalegre, a unos metros de Higli Town.

Toda la gente de ahí era muy alegre, menos un señor muy raro, le llamaban Roby el raro, no creí en la Navidad. Además cuando le llegaban postales las rompía sin mirar quien se las había mandado y cuantas más le llegaban, mas cosas tenia para tirar al fuego. Hasta que se enfadó de verdad, salió a la calle y dijo “NO CREO EN LA NAVIDAD” ni tampoco en Papa Noel porque es un farsante y menos en los Reyes Magos .La gente ya lo sabía y como si nada. Entro en casa, rompió todas las cintas de video de la Navidad, pero cuando se fijo en una que ponía: CON CARIÑO DE TU NIETO DE LA NAVIDAD. La puso y a Roby le caían lágrimas. Dijo “es hora de cambiar “corriendo fue al mercadillo, compro un belén, musgo y adornos para el árbol, la gente la gente pasaba por su casa y decía “anda mira, un árbol con adornos en casa de Rody” igual se ha vendido la casa y han venido vecinos nuevos que sí creen en la Navidad”.

Uno de los vecinos dijo “voy a ver el buzón, a ver si se ha vendido la casa o no”. Fue a ver y correctamente ponía el nombre de Roby y su dirección. Por fin cree en la Navidad. El día de Reyes tuvo regalos y así fue para siempre en las Navidades, y desde entonces le llaman Roby el alegre.

                                                 FIN
ALFONSO MÍNGUEZ

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